Miles de seguidores de la realeza han sido testigos del último adiós a la monarca.
El féretro de Isabel II ha recorrido este lunes por la tarde el camino de Londres a Windsor, donde un cortejo la ha llevado a la cercana capilla de San Jorge, en la que se ha oficiado primero un servicio religioso público y más tarde uno para la familia, que no será retransmitido. Tras estas ceremonias, la reina será enterrada junto a su marido y sus padres.
Por la mañana, cientos de mandatarios de todo el mundo han acudido al funeral de Estado, en la abadía de Westminster.
Los reyes de España, Felipe y Letizia, han compartido fila en el templo con los reyes eméritos, Juan Carlos I y Sofía. Era la primera vez que padre e hijo coincidían en un acto público desde 2020. Junto a ellos, figuras mundiales como el presidente de EE UU, Joe Biden, el de Francia, Emmanuel Macron, la primera ministra británica, Liz Truss, —y todos sus antecesores vivos: Boris Johnson, Theresa May, David Cameron, Gordon Brown, Tony Blair y John Major—, han acompañado al rey Carlos III, sus hijos y el resto de su familia. Fuera de la abadía, miles de personas se han concentrado en las calles de Londres para dar su último adiós a la reina.
Tras una última ceremonia religiosa a la que solo ha asistido la familia real, el féretro de la reina ha sido enterrado junto a su marido, el duque de Edimburgo, su hermana Margarita y sus padres en la capilla de San Jorge, según un comunicado publicado en la página oficial de la familia real británica.